La verdadera oración es la mas sincera expresión del alma, un impulso que nos brota de lo mas profundo de ella; es un hambre de Dios que nos sale desde muy adentro, el cual le manifestamos ardiente y silenciosamente. Por eso debemos mantener esa comunión con nuestro Señor, alabarlo y adorarlo reflejando en nuestras oraciones el inmenso amor que sentimos por Él... Habla constantemente con Dios en oraciones y te darás cuenta que Él no podrá permanecer alejado de ti.
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